Creciente presencia: Productos peruanos

Por: Ricardo Romero Talledo

Extraído de: Diario EXPRESO

16 de noviembre de 2009

El pasado fin de semana fui a comprar comida a un supermercado ubicado en la ciudad de Los Angeles. Después de haberme paseado por casi toda la tienda, pude constatar la creciente presencia de productos peruanos, tanto frescos como procesados. En la sección de frutas y vegetales frescos resaltaba, entre la sección de alimentos orgánicos, el plátano sólo de origen peruano. En la parte refrigerada, los atados de espárrago blancos y verdes destacaban por sus colores y tamaño. A unos pasos nuestras cebollas relucían por su perfección y en la sección de frutas las uvas peruanas se codeaban con las de producción californiana.

En el área de productos gourmet y/o procesados, los espárragos de distintas marcas eran sólo de origen peruano. Y de cinco marcas de alcachofas marinadas y en trozos, cuatro decían “hecho en el Perú”. Finalmente, para sorpresa mía, la quinua boliviana que en algún momento vi ya había sido remplazada por la nuestra.

A quienes estamos vinculados a actividades dirigidas a posicionar la oferta exportable peruana en el mundo, este tipo de evidencia sobre la creciente presencia de productos peruanos en el mercado norteamericano causa particular alegría y orgullo. Sin duda esta expansión representa un reconocimiento de la calidad de las exportaciones peruanas agroindustriales. Obviamente esto no se ha alcanzado de la noche a la mañana, ha sido un esfuerzo de muchos años y dedicación. Y no hay que ignorar que el éxito de dichos productos puede ser replicado a otros, como los cítricos que ya comienzan a posicionarse tanto en la Costa del Pacífico como la del Atlántico de Estados Unidos.

Estos resultados deberían generar la suficiente motivación para seguir con los esfuerzos que hasta ahora hemos realizado como país para mejorar nuestra imagen en el mundo, pero también para hacer conocer a los consumidores de otros países que el Perú es capaz de producir productos competitivos y de calidad. Y ahora que vivimos un momento privilegiado en comparación con el resto de la región, no debemos descuidar ni un solo instante para capitalizar sobre lo construido hasta ahora y en maximizar las oportunidades que se presenten. Sonriamos a esta buena noticia, pero a la vez asumamos una actitud más proactiva en posicionar nuestra oferta exportable en el mercado internacional.