Con libertad, productos peruanos se abren al mundo

Editorial

Diario El Comercio-Perú

26/9/2010

Cada vez más hay marcas peruanas que entran a competir en el mercado global, así como grupos económicos nacionales que expanden sus operaciones fuera de nuestras fronteras. Esta apuesta por la internacionalización, según cálculos de Prom-Perú, permitirá que en el 2012 unas cincuenta marcas locales estén posicionadas en el exterior, especialmente en plazas como Europa y Estados Unidos.

La internacionalización de las marcas peruanas es un fenómeno innegable que tiene tras de sí una historia de iniciativa, emprendedurismo, sacrificio y exitoso modelo de gestión que dinamiza nuestra economía y da trabajo a muchos peruanos.

Un caso de descollante éxito es el del grupo Ajeper, la compañía establecida por la familia Añaños a finales de la década de 1980. Ellos empezaron vendiendo gaseosas artesanales en su natal Ayacucho, cuando la violencia de Sendero Luminoso asolaba la zona y era imposible para las grandes firmas de gaseosas distribuir sus productos. Casi dos décadas después lo que empezó como un emprendimiento familiar sobrepasa los US$.1.300 millones de facturación anual. Tras conquistar el mercado limeño, la empresa expandió su producción al extranjero bajo la premisa que le hizo alcanzar el éxito: bebidas de calidad a bajo precio. Hoy, Ajeper está en Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Tailandia, México y, a partir de noviembre, en la India, con una inversión millonaria.

En otros ámbitos, la empresa Topy Top, fabricante de prendas de vestir, ha abierto tiendas en Colombia y Venezuela y solo en los primeros siete meses de este año ha exportado textiles por US$42 millones. En tanto, grandes grupos económicos –como Brescia, Romero y Rodríguez Pastor– han conquistado mercados del sector financiero, construcción, alimentos, cemento, entre otros, trabajando sus negocios con una innovadora perspectiva empresarial fundada en los valores que los hicieron exitosos aquí.

El caso de la gastronomía peruana, considerada una de las cinco mejores del planeta, es una muestra de la salida al exterior de la empresa nacional, ligada al buen comer.

En este rubro destacan franquicias muy exitosas, como China Wok, la cadena de comida peruano-oriental que cuenta con negocios en Ecuador, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Chile. En distintos países funcionan diversas franquicias ligadas al chef Gastón Acurio, así como filiales de La Caravana y Bembo’s, con negocios en la India, Guatemala y planes de expansión en Singapur. La cadena Pardo’s Chicken, del joven empresario Arnold Wu, ha introducido su oferta de pollo a la brasa –un plato ya emblemático de nuestro país– en Chile, México y Estados Unidos enfocando su propuesta en la calidad, buen servicio e innovación que caracterizan su marca.

Los empresarios peruanos no solo han capeado los vaivenes de la crisis internacional y fortalecido el mercado interno con estrategias comerciales eficaces y fuertes inversiones que generan millones de puestos de trabajo sino que, además, se han lanzado, sin temor, a la conquista de mercados en el extranjero.

Todo esto por la estabilidad política, económica y financiera que se respira en el país, que ya no está para experimentos socialistoides como los que han arruinado a otros países de la región, como Ecuador, Venezuela o Bolivia.

Los tratados de libre comercio –firmados pese a la oposición de la izquierda– contribuyeron a abrir nuevos mercados. Es evidente que el modelo de economía social de mercado, con libertad, competencia, reglas de juego claras y respeto de la propiedad privada, impulsada desde 1990, ha generado un clima propicio para el florecimiento de las inversiones.

La expansión de las marcas y empresas peruanas en el mercado global es un mensaje de que el sistema capitalista sí funciona, trayendo beneficios tanto a los grandes y más antiguos grupos económicos, cuanto a los emprendedores que empiezan de la nada y logran conquistar el mundo. El Perú debe seguir por esa senda de progreso y estabilidad.