ESTADOS UNIDOS. Hasta 1997, la historia del mercado de máquinas de afeitar se parecía mucho al relato de David y Goliat, solo que en plural: el sector era cubierto por dos grandes corporaciones (Gillette y Schick) y varias empresas pequeñitas. Una de estas últimas era la marca Shave Mate, creada en el estado de Florida por Louis y Peter Tomassetti en 1987.
El negocio, visto desde unos ojos sin imaginación, parecía condenado a sucumbir. Pero para los Tomassetti —conocidos ahora como los “hermanos inventores”—, no. Ellos crearon en 1997 una máquina de afeitar con seis navajas (una más que las otras) y un dispensador de crema de afeitar incorporado. Todo en uno por US$9,99.
Su idea surgió luego de enterarse de que los militares en Iraq se afeitaban al seco: sin agua ni crema. Entonces, diseñaron un producto práctico y portátil. Invirtieron US$100.000 en la elaboración del producto y en el márketing directo —US$150 millones gastan los gigantes en publicidad— y con el tiempo tuvieron gran aceptación: en el 2009 facturaron US$2 millones.
www.shavematetv.com
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