viernes, 27 de marzo de 2009

EMPRENDEDORISMO SOCIAL, ALTERNATIVA PARA LOS ESTUDIANTES DE POSGRADOS EN NEGOCIOS

Por: Henriette Iraçabal - Mar, 11/11/2008


Convertirse en un gran empresario, en un hombre de negocios exitoso, quizás llevando a la práctica una de las tantas ideas que inundan sus pensamientos, es el sueño de muchos estudiantes de posgrados en negocios. Ser un emprendedor. Pero la sociedad ha cambiado, se ha complejizado, y lo mismo ha sucedido con los conceptos fundamentales de los negocios. Nuevas nociones han llegado para quedarse, como la de los stakeholders, las buenas prácticas, el desarrollo sustentable, la responsabilidad social corporativa... y para algunos ser un emprendedor quizás ya no basta. El desafío es ser un emprendedor social. ¿Más de lo mismo? En realidad no. Hay más de una diferencia entre el emprendedor tradicional y el social, aunque la más importante es que el primero busca ganar dinero y, el segundo, dar solución a un problema social. Y el campo de acción es enorme, desde atender a un pequeño nicho de mercado, satisfaciendo alguna necesidad puntual de una población que ha sido ignorada por los negocios convencionales, hasta emprendimientos que son sustentables económicamente pero cuyo único objetivo es brindar una solución a un problema social. Esto es lo que se conoce como "emprendedorismo social" o "emprendizaje social", donde el desafío es conjugar el beneficio social con el económico, relegando la generación de riqueza a un segundo e incluso a un tercer plano.
"Los emprendedores sociales no se quedan satisfechos repartiendo pescado, ni siquiera enseñando a pescar. No descansarán hasta revolucionar la industria pesquera". Así los describe Bill Drayton, fundador de la organización mundial de emprendedores sociales Ashoka, a quien se atribuye la responsabilidad de haber hecho famosos estos conceptos, si bien los términos emprendedor y emprendedorismo social ya se usaban en la literatura sobre el cambio social en las décadas del sesenta y setenta.



En la actualidad, los emprendedores sociales cuentan con diversas instancias de apoyo, no solo en términos de financiamiento, sino también en cuanto a formación. Renombradas instituciones académicas y escuelas de negocios han incorporado el emprendedorismo social a sus mallas curriculares y, con el apoyo de grandes fundaciones, han creado centros que se dedican exclusivamente a esta materia. El más nuevo es el Lewis Institute For Social Entrepreneurship, lanzado hace menos de un mes por la escuela de negocios estadounidense Babson College, reconocida en el mundo como la número uno en emprendedorismo. Tras recibir una donación de casi US$11 millones de parte de la Lewis Charitable Foundation, el objetivo de Babson con esta nueva iniciativa es formar líderes emprendedores y respaldar la educación, investigación y el alcance del emprendedorismo social, creando valor social a través de proyectos en áreas clave como educación, salud, desarrollo económico y sustentabilidad. "Queremos expandir el campo del emprendedorismo social y seguiremos presentando nuevas investigaciones y herramientas innovadoras para abordar los problemas sociales que apremian en todo el mundo".
Una iniciativa más consolidada en este campo es la Social Enterprise Initiative (SEI) de la Harvard Business School, que desde 1993 trabaja para inspirar, instruir y apoyar a líderes consagrados y emergentes de todos los sectores en la aplicación de habilidades de gestión para crear valor social.



También está el Skoll Centre for Social Entrepreneurship de Saïd Business School, en la Universidad de Oxford, donde se ofrece a los estudiantes becas para concentrarse en emprendedorismo social mientras cursan sus estudios en dirección de negocios. The Skoll Foundation, entidad que apoyó y financió la creación de este centro, también está detrás de iniciativas como el Center for the Advancement of Social Entrepreneurship en la Fuqua Business School de la Universidad de Duke y de la incubadora Global Social Benefits Incubator en la Universidad de Santa Clara en Silicon Valley.



"Creemos que respaldar la formación académica en emprendedorismo social es crucial para desarrollar un ecosistema para emprendedores sociales", dice Bruce Lowry, director de comunicaciones de The Skoll Foundation, quien agrega que por ecosistema se entiende la infraestructura y los recursos que facilitan el financiamiento, el talento, el conocimiento, las redes y el conjunto de políticas que los emprendedores sociales necesitan para triunfar.
Lowry destaca la importancia de la investigación académica para identificar qué le falta a este ecosistema y considera que los fondos entregados a instituciones académicas que trabajan en emprendedorismo social ayudarán a potenciar el desarrollo de este campo en general.



Otras alternativas reconocidas para la formación de emprendedores sociales son el Center for Social Innovation (CSI) de la Stanford Graduate School of Business y The Social Enterprise Program de la Columbia Business School, aunque la lista no se acaba aquí.



Por último, no podemos dejar de mencionar a la Schwab Foundation For Social Enterpreneurship, quizás la más conocida en este ámbito, que se dedica a respaldar la figura del emprendedor social como elemento clave para la solución innovadora y efectiva de los problemas asociados al desarrollo sostenible

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

VISITAS